martes, 26 de febrero de 2013

4. LOS PECADOS CAPITALES DEL BOLSISTA


Todo buen bolsista debe evitar la tentación de cometer alguno de los siguientes pecados capitales.

1.- la ignorancia.
Es un suicidio operar en bolsa sin tener unos conocimientos mínimos. El resultado suele ser malo y es lo mejor que puede pasar, ya que si suena la flauta por casualidad y se obtienen en las primeras entradas buenos resultados, el final será catastrófico, perdiendo no sólo lo que ya se había ganado, que sería lo menos malo, sino también lo arriesgado innecesariamente de más e incluso aquello de lo que no se dispone.

2.- La confianza.
Un buen bolsista no puede confiarse porque haya tenido una racha muy buena. Ni fiarse de las recomendaciones de su oficina bancaria ni de las recomendaciones del analista de turno. Tampoco podemos fiarnos de que seguirá la tendencia que nos interesa, ni que los precios volverán a subir (bajar en caso de cortos). Hay que mantenerse en las trincheras y parapetado, si no, pecaremos de incautos y podremos llevarnos un tiro que no esperamos.

3.- la avaricia. 
Propia como decíamos en otro post de los denominados en jerga “cerdos”. No hay que apurar las posiciones, hay que ser conscientes de que nunca compraremos en mínimos ni venderemos en máximos, ni hay que irse detrás de los precios sin criterio.

4.- La ansiedad.
Si estamos en un valor y tenemos un objetivo, y no han cambiado las circunstancias que nos han llevado a estar dentro, no hay que precipitarse en cerrar la posición. Si no hay ventana o señales ciertas de entrada para trading en un valor, no entre, ni vaya tras los precios, ya llegará su oportunidad.

5.- la incoherencia.
Hay que ser consecuente con nuestra estrategia y sistema de trading hasta el final, si somos incoherentes, primero no podremos valorar la “fiabilidad” de nuestro sistema y segundo los resultados que obtengamos no serán, con toda seguridad, los esperados. Es también propia de los llamados “ovejas”, que van de un lado a otro siguiendo no se sabe realmente a quién y cuyo final ya hemos comentado.

6.- Usar el dinero de la hipoteca.
Ya hablaremos de qué dinero destinar para operar en bolsa, pero nunca utilice aquel que necesite en un peiodo concreto para otra cosa, no sólo porque pueda llegar a perderlo, si no que la necesidad de tener que utilizarlo puede obligarle a cerrar posiciones en el momento menos oportuno.

7.- No aprender de los errores.
Hay que aprender de los éxitos y también de los errores, y el mayor error de todos sería no analizar lo que ha salido mal. Si una operación no sale como se espera hay que buscar cuáles han sido las causas reales de lo que ha sucedido, ver si éstas son atribuibles a nuestro sistema, en cuyo caso habría que ajustarlo o cambiarlo, o, como suele suceder, no hemos sido capaces de ser coherentes con él.


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